Víspera…
Víspera…
Aquí en la Delegación de Filipinas todo es preparativos. Cantos, flores, rituales, souvenirs, rostros alegres y andar presuroso, disponiendo todo para mañana.
Ya muy temprano hoy llego desde Mercedes, un pueblo vecino a Date, la familia de Rea, para sumarse a la celebración.
Creo que vale la pena decir que somos 10, 6 hermanas y 4 jóvenes que están en formación, y habemos 7 nacionalidades, cada una aporta con simplicidad y creatividad lo mejor que sabe para que la fiesta sea plena. Es un deleite ver y sentir como nos comunicamos, cada una en su lengua expresándose, y esperando con atención, si el mensaje es bien entendido… en lo formal predomina el ingles, pero de “entre casa”, el tagalo es el más pronunciado, también el bicolano que es otra lengua nativa aquí en Filipinas. Todas las demás que somos de otras nacionalidades aprendemos a decir, o descifrar palabras de estas lenguas, como un signo de aprecio por la cultura, reconocimiento, y deseos de comunicarnos.
P. Josefh –Vietnam; Cecilia y Terezinha Brasil. Abajo Priangika de Sri Lanka, María
Vietnam; Rea, Filipina; Susana, Argentina y Grace Filipina
Con los primero votos de Rea, se consuma la esperanza de tener Hermanas Asiáticas, que sintonizando con muestro carisma multipliquen la misión de cuidar la vida de los pobres desde los valores y los sueños de estos pueblo del Continente.
Siguiendo a Rea vienen Grace, filipina y María de Vietnam, quienes sueñan con ser misioneras y compartir su vida con los pobres y sufrientes.
También Priangika de Sri Lanka, iniciando su proceso formativo, se siente invitada a andar dónde la vos del pobre la llame… Promesa no nos falta…
Le pedimos a toda la Congregación que se sume a esta alegría y a los deseos de que la presencia misionera en estos pueblos sea un signo de casa abierta, manos tendidas, corazón que acoge y ama, camino de libertad y de encuentro para que tod@s tengamos más vida.
Con gozosa comunión. Susana