Huertas urbanas: Una experiencia para destacar
Rosario es una de las ciudades argentinas con mayor presencia de huertas urbanas y lleva la vanguardia en su difusión y desarrollo. Cuenta actualmente con 800 huertas urbanas comunitarias. Más de 10.000 personas están involucradas en los diversos procesos que cubre la actividad, los cuales incluyen desde la siembra hasta la venta de los productos en ferias que se organizan en seis puntos de la ciudad con el apoyo de
Las huertas representan una fuente de empleo y constituyen un camino para paliar las necesidades económicas. Además, se destacan por la calidad de los productos, su sabor, conservación y presentación.
No es un fenómeno improvisado. Se trata de un largo proceso de transformación y adaptación a los nuevos contextos del país.
Si bien en Argentina las huertas urbanas comenzaron a aparecer hacia la década de 1980, de la mano de la revolución verde, su proliferación se produce durante las últimas crisis económicas.
Rosario, a pesar de ser el polo productivo más importante de la provincia, fue severamente golpeado por la recesión de los ‘90. El quiebre de numerosas empresas y el cierre de otras tantas fábricas provocaron la desaparición de miles de puestos de trabajo e incrementaron la cantidad de familias con las necesidades básicas insatisfechas. Ante esta situación, el INTA (InstitutoNacional de Tecnología Agropecuaria) puso en marcha el programa nacional Pro-Huerta, destinado a paliar la situación de los sectores más vulnerables de la población, mediante la distribución de insumos y recursos necesarios para facilitar el comienzo del emprendimiento.
Así fueron surgiendo huertas comunitarias en diversos espacios, generalmente tierras con bajo valor inmobiliario.
En los años sucesivos, la crisis del país se fue agudizando y Rosario reveló una drástica tendencia de pauperización y emergencia social. Este plan dio un considerable impulso a una actividad que ya se encontraba en creciente aumento.
Durante la profunda crisis económica de 2002, numerosas familias vieron en la huerta un recurso que les permitiría auto sustentarse y paliar la situación crítica.
Ese año la ciudad de Rosario alcanzó el número de 450 huertas comunitarias, las cuales incluían a 6000 familias. Con el paso de los años la actividad siguió creciendo.
En la actualidad, las huertas urbanas de Rosario continúan su expansión y constituyen un recurso fundamental para miles de personas que las sostienen con gran esfuerzo. La mayor proporción de beneficiarios son desocupados; el 15% son mujeres a cargo del hogar, mientras que el 12 % son jubilados. El 68% de las huertas son urbanas o suburbanas, y sólo el 32 % son rurales.
Los talleres de difusión y capacitación continúan asesorando a quien desee comenzar un emprendimiento propio. Una hectárea utilizable es capaz de sustentar a tres familias, y puede generar incluso un excedente para comercializar. Además, los agricultores urbanos reciben del INTA gallinas y otros animales de granja para complementar y diversificar la producción.
Los horticultores también cultivan flores y plantas medicinales que pueden redituar cierta ganancia. Algunos también elaboran cosméticos con aloe, bardana y ortiga, ingredientes naturales que cultivan en sus huertas. El área crece y cada vez convoca a más personas, mediante planes de inclusión social y la promoción de la tenencia segura de terrenos fiscales vacantes para su uso productivo.
Fuente: http://republicavirtual.wordpress.com/2008/05/06/huertas-comunitarias-en-rosario-argentina/